"DIBUJAR CON LA LUZ"

"Fotografía es el arte de grabar un momento o instante en el tiempo".

"Lo esencial es a menudo invisible; el ojo no lo capta, sólo el corazón, pero la cámara a veces logra atisbos de esa sustancia".

viernes, 16 de marzo de 2007

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LA FLOR DE LA LILA

Había una vez,... en un reino muy lejano, un rey que se puso muy enfermo. Por palacio habían desfilado enfermeros, curanderos, hechizeros, magos,...y nadie encontró un remedio que curara al enfermo. Un buen día apareció en palacio un hada que decía saber cual era la cura para la enfermedad del rey: necesitaban conseguir la flor de la lila.

El rey, que ya lo había intentado todo, mandó al mayor de sus tres hijos en busca de esta flor, pues era su única esperanza. El hijo mayor cogió comida y bebida, se montó en un caballo y marchó.Después de varios días de cabalgar sin parar el hijo mayor se encontró con una viejecita miserable por el camino, y decidió parar a preguntar:
- ¡Oye, vieja!- dijo el hijo mayor.- ¿Tú no sabrás dónde puedo encontrar la flor de la lila?.
- ¡Ay niño, que vieja y sola estoy! ¿Tendría algo de comida para mi? Tengo hambre.- contestó la anciana.
- ¡No!- gritó el hijo mayor y se alejó cabalgando.

Pasaban las semanas y el hijo mayor no regresaba, entonces con mucha pena el rey mandó a su hijo mediano a la búsqueda de la mágica flor. El hijo mediano cogió comida y bebida, se montó en un caballo y partió. Después de varios días de cabalgar sin parar el hijo mediano se encontró con una viejecita miserable por el camino, y pensó que sería buena idea parar y preguntar:
- ¡Buenas viejecita! Ando en busca de la flor de la lila, ¿me podrías ayudar?- preguntó el hijo mediano.
- ¡ Ay niño, que vieja y sola estoy! ¿Tendría algo de comida para mi? Tengo hambre.- contestó la vieja.
- ¡No, me queda poca y es para mi!- dijo el hijo mediano mientras se alejaba.

Continuaron pasando las semanas sin noticias de los hijos mayores y el rey empeoró; entonces, muy disgustado, envió en busca de la flor al único hijo que le quedaba, el pequeño. El hijo pequeño cogió comida y bebida, subío en un caballo y se puso en marcha. Cuando llevaba varios días cabalgando se encontró en el camino con una miserable anciana y se paró a preguntar:
- ¡Buenos días! Mi padre está muy enfermo y ando buscando la flor de la lila, ¿podría ayudarme?.- preguntó el hijo pequeño.
- ¡Ay niño, que vieja y sola estoy! ¿Tendría algo de comida para mi? Tengo hambre.- dijo la miserable anciana.
- Tengo agua, un poco de pan, un poco de queso y algo de carne, pero lo puedo compartir contigo.- contestó el pequeño hijo del rey.

Se sentaron juntos y compartieron todos los alimentos, menos la carne. Entonces la anciana le contó al niño que debía de seguir cabalgando por varios días hasta encontrar una vieja casa vigilada por dos leones. Dentro de la casa estaba la flor que buscaba, pero para poder entrar debía de darle un trozo de carne a cada león. El hijo pequeño escuchó todo lo que le dijo la anciana y emprendió la marcha.

Al cabo de varios días, el hijo menor, encontró la vieja casa con los dos leones en la puerta e hizó todo lo que la viejecita le había indicado. Consiguió la flor, y muy contento se puso de regreso a casa, cuando por el camino se encontró con sus dos hermanos:
- ¡Mirad hermanos, mirad! ¡La he conseguido, he conseguido la flor!- gritaba de ilusión el hermano menor. Pero sus hermanos mayores, celosos de que el más pequeño hubiese conseguido la flor, lo mataron y con unas cañas que había en el camino hizieron una cruz y lo enterraron. Volvieron a casa con la flor y el padre se curó.

Un pastorcito que paseaba tranquilamente por allí se sentó junto a las cañas y tubo la idea de hacer una flauta. Una vez acabada se dispuso a tocarla, y de ella salió una hermosa canción:

"Pastorcito no me toques ni me dejes de tocar,
mis hermanos me mataron por la flor de la lila"

Entonces el pastor se acordó de que había una fiesta en palacio para festejar la buena salud del rey, y pensó que a todo el mundo le gustaría su flauta mágica. Se presentó en palacio y tocó para el rey:

" Pastorcito no me toques ni me dejes de tocar,
mis hermanos me mataron por la flor de la lila".

El rey se quedó helado, le quitó la flauta al pastor y obligó a sus hijos a tocarla:

"Hermanito no me toques ni me dejes de tocar,
hermanito me mataste por la flor de la lila".

El rey completamente desolado le pidió al pastor que lo llevara ante la tumba de su hijo para darle un entierro digno. El pastor obedeció y condujo al rey hasta la tumba. Cuando se hallaban ante ella apareció una viejecita miserable, un hada, que con su varita mágica hizó aparecer de la tierra al hijo pequeño vivo. El rey, llorando, abrazó a su hijo menor y desterró para siempre a sus dos hijos mayores.
FIN.